Si usted o un miembro de su familia ha alcanzado la edad de 70 ½ años, es posible que haya oído hablar de un beneficio fiscal conocido como Distribución Benéfica Cualificada (QCD), que le permite destinar hasta 100.000 $ anuales de su cuenta IRA a una organización benéfica cualificada (que incluye un fondo designado o de campo de interés en la fundación comunitaria). No paga impuestos sobre la renta por la distribución y, si está obligado a realizar distribuciones mínimas (RMD) por haber cumplido los 73 años, la QCD cuenta para su RMD.

Uno de los muchos componentes de un nuevo conjunto de leyes conocido como "SECURE 2.0", que se aprobó a finales de 2022, es una disposición que amplía la QCD añadiendo la oportunidad de que los contribuyentes realicen una única transferencia QCD de 50.000 $ a un fideicomiso caritativo remanente (CRT) u otro tipo de donación de interés dividido, como una anualidad de donación caritativa (CGA). Esta parte de la nueva ley se denomina disposición "Legacy IRA".

Debido a las nuevas leyes, muchas personas y familias con fines benéficos están interesadas en saber más sobre los CRT y los CGA. Los CRTs y los CGAs son similares porque cada uno proporciona una deducción fiscal inicial, un flujo de ingresos constante de por vida, y una donación remanente a una organización benéfica, como su fondo en YVCF, que recibirá lo que queda al final del plazo de ingresos, como su vida.

Las CGA suelen ser más fáciles de constituir que las CRT, especialmente si tiene previsto constituir el vehículo con 50.000 $ o menos. Esto convierte a la CGA en una herramienta ideal para aprovechar las disposiciones de la Legacy IRA para las QCD mencionadas anteriormente.

Una CGA, como cualquier otra anualidad, es un contrato. Usted acepta hacer una transferencia irrevocable de efectivo o activos a una organización benéfica, como la fundación comunitaria. A cambio, la organización benéfica se compromete a pagarle a usted (o a un beneficiario designado, como el cónyuge) un pago fijo de por vida. Usted tiene derecho a una deducción inmediata en el impuesto sobre la renta por el "valor actual" de la cantidad futura que pasa a la organización benéfica.

La cuantía de los ingresos que puede percibir de una AGC se determina con arreglo a normas nacionales y se basa en supuestos de "tasa de rentabilidad" que se revisan de vez en cuando en función de lo que ocurra con los tipos de interés.

En cambio, un CRT es en realidad un fideicomiso, una entidad jurídica independiente. Para establecer un CRT, trabajará con su abogado para firmar un contrato de fideicomiso y también con una persona o entidad (como la fundación comunitaria) que actuará como fideicomisario. Después de transferir acciones u otros bienes (idealmente activos muy apreciados) al fideicomiso, recibirá un flujo de ingresos del fideicomiso basado en un porcentaje especificado en el documento del fideicomiso (y sujeto a los parámetros del IRS).

El equipo de YVCF está deseando trabajar con usted y sus asesores para determinar si una AGC o una CRT pueden ser adecuadas para sus planes benéficos. Por ejemplo, estudiaremos si ya tiene intención de hacer donaciones a una organización benéfica tras su fallecimiento, analizaremos sus necesidades de ingresos en vida y analizaremos los tipos de activos que posee y si hay algún activo o activos concretos muy apreciados (como acciones o bienes inmuebles) que serían ideales para donar a una CGA o CRT con el fin de reducir su exposición al impuesto sobre plusvalías.

Como siempre, póngase en contacto con el equipo de la fundación comunitaria siempre que usted o sus asesores tengan preguntas sobre técnicas de planificación benéfica. Estaremos encantados de colaborar con usted en la elaboración de sus planes financieros y patrimoniales para que incluyan el apoyo a sus organizaciones benéficas favoritas y a la comunidad que ama.